El liderazgo, en su esencia, ha sido asociado durante mucho tiempo con la búsqueda incansable de la perfección. Sin embargo, en un mundo cada vez más complejo y cambiante, surge una nueva perspectiva: el liderazgo imperfecto. Este enfoque, lejos de ser una debilidad, se constituye como una fortaleza que permite a los líderes conectar de manera más auténtica con sus equipos y alcanzar resultados excepcionales.

Claudia Pérez Santoro, reconocida psicóloga, experta en liderazgo y cofundadora de Educitia, aborda este tema desafiante con perspicacia y experiencia. En su curso “Liderando equipos imperfectos“, destaca cómo la vulnerabilidad y la autenticidad son fundamentales para construir relaciones sólidas y fomentar un entorno de trabajo positivo.

El liderazgo imperfecto no busca ocultar las debilidades, sino reconocerlas y utilizarlas como oportunidades de crecimiento.

Al permitir la vulnerabilidad, se promueve la confianza y la colaboración, lo que lleva a una mayor innovación y resiliencia en los equipos.

Este enfoque ha demostrado ser especialmente relevante en tiempos de incertidumbre, donde la adaptabilidad y la flexibilidad son esenciales para el éxito organizacional. Según un estudio de Harvard Business Review, el 87% de los líderes exitosos muestran un alto grado de adaptabilidad y resiliencia.

 

En resumen, el liderazgo imperfecto no es una debilidad, sino una fortaleza que impulsa la innovación, la colaboración y el crecimiento personal y profesional.

 

Es hora de abrazar lo imperfecto y liberar el verdadero potencial de liderazgo en cada uno de nosotros.

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